EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La Arquidiócesis de Santo Domingo clausuró este lunes, el Año Jubilar Arquidiocesano 2025 con una solemne Eucaristía en la Catedral Primada de América, Nuestra Señora de la Encarnación.
La celebración, presidida por monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, arzobispo coadjutor de Santo Domingo, congregó a numerosos fieles, peregrinos y religiosos para dar gracias por los frutos espirituales recibidos.
El Año Jubilar, convocado inicialmente por el papa Francisco y continuado por el papa León XIV bajo el lema «Peregrinos de la esperanza», buscó ser un camino de conversión, reconciliación y renovación de la fe. Se caracterizó por peregrinaciones a templos jubilares, la práctica de indulgencias plenarias y el fortalecimiento de la vida pastoral y comunitaria.

La Arquidiócesis indicó, mediante una nota de prensa, que este Jubileo fue un tiempo en el que la Iglesia reafirmó su compromiso de caminar con su pueblo, proclamando la posibilidad de la paz y la supremacía de la misericordia divina sobre el pecado. La Catedral Primada de América se convirtió en el epicentro de la vida espiritual y pastoral de la Arquidiócesis, acogiendo celebraciones dedicadas a diversos grupos y realidades sociales.

Durante su homilía, el monseñor Morel Diplán instó a la comunidad a agradecer a Dios por los frutos del Año Jubilar 2025, vivido como un camino de fe y comunión. Destacó que este tiempo, inspirado por el Papa Francisco, fue una respuesta a un mundo afectado por guerras, injusticias y la pérdida de esperanza.
El arzobispo coadjutor exhortó a los fieles a centrarse en Jesucristo como fuente de esperanza, subrayando que el Jubileo debe traducirse en un compromiso permanente de vida cristiana, instando a los cristianos a ser «signos visibles de esperanza» en la sociedad.

Mons. Morel resaltó el papel de la familia como signo de esperanza, enfatizando que el desarrollo humano depende de familias sólidas. También mencionó la promoción de la paz, la defensa de la dignidad humana y el acompañamiento a los jóvenes como elementos esenciales.

Finalmente, hizo un llamado a sacerdotes, religiosos y laicos a evitar el conformismo y a asumir su misión bautismal para construir una Iglesia viva y servidora. El Rvdo. P. José Ramón Santana, Coordinador del Jubileo 2025, expresó su agradecimiento al concluir el Año Jubilar Arquidiocesano 2025, reafirmando el compromiso de la Iglesia de seguir caminando con fe y esperanza.






