La primera ministra estona, Kaja Kallas, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Valda Kalnina
HELSINKI.- Los líderes de los ocho países del este de la Unión Europea (UE) más próximos a Rusia alertaron este martes en Helsinki de que Moscú constituye la amenaza «más significativa, directa y duradera» para la seguridad europea y reclamaron una acción urgente y coordinada para reforzar la defensa del continente.
Tras reunirse en la primera cumbre del Flanco Oriental, los primeros ministros de Finlandia, Suecia, Estonia, Letonia, Polonia y Bulgaria y los presidentes de Lituania y Rumanía firmaron una declaración conjunta en la que se comprometieron a aumentar el gasto militar, reforzar el flanco este de la UE y la OTAN y mantener el apoyo a Ucrania.
«Rusia representa una amenaza hoy, mañana y en el futuro previsible para toda Europa. Por eso estamos reforzando nuestra cooperación», afirmó en una rueda de prensa conjunta el primer ministro finlandés y anfitrión de la cumbre, Petteri Orpo.
Según Orpo, estos ocho países comparten una firme voluntad política de reforzar la seguridad común y la defensa de Europa, empezando por el flanco oriental, por lo que en la cumbre acordaron impulsar la iniciativa europea Eastern Flank Watch (vigilancia del flanco oriental), bajo el liderazgo de Finlandia y Polonia.
Esta iniciativa es uno de los proyectos prioritarios de la hoja de ruta para la defensa que la Comisión Europea presentó en octubre, junto al muro antidrones y el escudo espacial europeo.
La declaración conjunta advierte de que, aunque el flanco este de la UE se encuentra en primera línea, la amenaza rusa afecta al conjunto del continente y por tanto consideran necesaria una respuesta común y una mayor coordinación con la OTAN.
«Al unirnos al más alto nivel político, enviamos un mensaje claro e inequívoco: el flanco oriental de Europa es una responsabilidad común y debe ser defendida con urgencia, liderazgo y determinación», señala el documento.
Por ello, los ocho países firmantes pidieron el apoyo del conjunto de la UE para mejorar de forma prioritaria sus capacidades militares y poder hacer frente a las amenazas inmediatas.
Estas capacidades incluirían, entre otras, el combate terrestre, los sistemas antidrones, la defensa aérea y antimisiles, la protección de fronteras e infraestructuras críticas y la movilidad militar.
La declaración pone además un énfasis especial en el fortalecimiento de la industria europea de defensa y reclama inversiones a largo plazo, compras conjuntas y un mayor uso de instrumentos financieros de la UE, incluido el Banco Europeo de Inversiones (BEI), para apoyar a las empresas del sector.
Respecto a la defensa nacional, los ocho líderes se comprometieron a aplicar lo antes posible las decisiones adoptadas en el Consejo Europeo y en la última cumbre de la OTAN, incluido el aumento del gasto total en defensa hasta alcanzar el 5 % del PIB.
Al mismo tiempo, subrayaron que la Alianza Atlántica sigue constituyendo la base de la defensa colectiva europea y que los esfuerzos de la UE por mejorar la seguridad en el continente son complementarios y deben estar coordinados para evitar duplicidades y garantizar un uso eficiente de los recursos
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