«El Partido Libre no otorga legitimidad política ni moral al gobierno surgido de este proceso de restauración del narcoestado mediante la injerencia desvergonzada del gobierno de los Estados Unidos» y se declara «oposición firme ética y popular que ejerceremos en todas las instancias», subraya la resolución de ese instituto político al concluir una asamblea extraordinaria en la ciudad de Siguatepeque, en el centro de Honduras.
Denunció además una «operación continental de medio ideológico, que utilizó el fantasma del comunismo y la estigmatización de Cuba y Venezuela (…) para inducir el voto por temor, se tienen las pruebas, ya presentadas a los organismos de justicia de más de cuatro millones de mensajes de amenazas dirigidas a las familias de hondureños que reciben remesas»
Rechazó también la «guerra mediática y psicológica sin precedentes financiada por el gran capital evasor de impuestos y beneficiario de concesiones, exoneraciones y fideicomisos», así como «la intervención abierta» de Estados Unidos y gobiernos de derecha extrema en el proceso electoral.
«Frente al Estado fallido, es una necesidad histórica e impostergable la demanda y promoción de la justicia, donde el pueblo dicte una nueva Constitución de la República, que privilegie lo público y los beneficios para grandes mayorías y no los privilegios de la casta política y la clase económica», señala la resolución de Libre.
Horas antes, su coordinador general, Manuel Zelaya, llamó a la movilización de su militancia para respaldar a los candidatos oficialistas que exigen la anulación de las elecciones, mientras que la espera por conocer a un virtual ganador de los comicios podría alargarse hasta el 30 de diciembre, en base a la legalidad. EFE






