EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La Universidad Nacional Evangélica (UNEV) celebró este 10 de diciembre su Septuagésima segunda graduación ordinaria, en la que fueron investidos 962 nuevos profesionales formados, no solo en conocimientos académicos, sino también en principios éticos y valores cristianos.
Durante la ceremonia, el rector de la institución, Rafael Reyes, pronunció un discurso centrado en el tema “Sin prisa y sin atajo, con proceso”, mensaje que definió como una guía para la vida personal y profesional de los recién graduados.
De acuerdo a un comunicado enviado este miércoles, el rector reflexionó sobre la cultura de la inmediatez que domina la sociedad actual. Afirmó que la prisa se ha convertido en una costumbre que afecta la salud emocional, las relaciones interpersonales y la capacidad de vivir con conciencia.

“Vivimos apresurados, sin disfrutar el presente. La prisa nos roba la calma y nos empuja a un ritmo que el cuerpo y la mente no siempre pueden sostener”, señaló Reyes.
Asimismo, invitó a los graduandos a recuperar la pausa, a reflexionar, a respirar y a tomar decisiones sin la urgencia que impone la vida moderna. “Detenerse no es perder el tiempo; es recuperarlo”.
Otro de los ejes del discurso fue la reflexión sobre los atajos y su impacto en la formación del carácter. Aunque reconoció que en ocasiones pueden ser útiles, Reyes advirtió sobre el peligro de usarlos como sustituto del esfuerzo.

“Los atajos prometen rapidez y menos dificultad, pero pueden llevarnos a saltar pasos esenciales para el crecimiento personal. A veces, lo que se gana rápido también se pierde rápido”, afirmó, para luego invitar a los nuevos profesionales a discernir entre un atajo legítimo y uno que compromete la integridad: “No todo lo fácil es correcto, ni todo lo rápido es mejor”.
El rector subrayó que los logros verdaderos exigen tiempo y constancia. “La vida nos enseña que todo lo que vale la pena requiere dedicación. El proceso forma, madura y fortalece. Cada paso, por lento que parezca, nos acerca a donde debemos estar”, expresó.
Añadió que tanto el crecimiento personal como el logro de metas demandan disciplina y paciencia. “No se puede cosechar sin antes sembrar. Respetar los procesos es un acto de sabiduría y de amor propio”.
Llamado a la integridad profesional
En su mensaje final a los graduandos, Reyes enfatizó que la UNEV los ha formado “sin prisa, sin atajo, con proceso”. Los exhortó a ejercer con autenticidad y ética en cada decisión profesional.
“El mundo no necesita solo profesionales capaces, sino íntegros y confiables. Una vida íntegra no tiene atajo. Si deben elegir entre lo fácil y lo correcto, elijan siempre lo correcto”, afirmó.
Asimismo, les recordó que la vida profesional es como un edificio sin ascensor: “Hay que subir por la escalera. Los peldaños no están para descansar, sino para avanzar.” Citó el Salmo 126:5—“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”—como inspiración para su camino futuro.
Al concluir, invitó a los graduandos a levantar sus títulos en señal de triunfo y les aseguró que la UNEV siempre será su casa. “Ustedes son y seguirán siendo parte de la familia uneviana. Que el Señor les bendiga”.
ADDP/
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