JEFFREY EPSTEIN
Washington.- La publicación de todos los archivos desclasificados de las investigaciones sobre el pederasta Jeffrey Epstein que el Gobierno Trump está obligado a realizar para el viernes posiblemente no incluya toda la documentación de una tacada debido a su gran volumen, a la necesidad de proteger la privacidad de las víctimas y también a pesquisas y otros procedimientos en curso.
El pasado 18 de noviembre, el Congreso aprobó con amplio apoyo de ambas bancadas la llamada Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, que concedió 30 días al Departamento de Justicia para que publicara los archivos, desde documentos del FBI, a deliberaciones de la Fiscalía General que lidera Pam Bondi a materiales sobre la investigación del gran jurado que imputó al pederasta en 2019.
Se sabe que el presidente Donald Trump, que en un principio no quiso apoyar la publicación de los archivos del caso y que después tuvo que rectificar y firmar la ley tras comprobar el fuerte apoyo del legislativo, aparece numerosas veces en la documentación del caso sobre el que fuera su amigo y con quien dijo cortar relaciones en 2004, antes de que Epstein fuera acusado por primera vez de abuso y prostitución de menores.
El caso es que la ley obliga a que esta enorme cantidad de material, más de 300 gigas de imágenes, documentos de texto o videos, sea presentado de una manera «consultable y descargable» en internet, lo que obliga a la creación de una enorme base de datos pública.
A este desafío de arquitectura informática se unen los complejos criterios a la hora de censurar los documentos para ocultar información sensible.
La cadena CNN informó hoy citando una fuente anónima cercana al asunto, que cada abogado asignado por el Departamento de Justicia a la campaña para la publicación de los archivos Epstein ha tenido que procesar más de mil documentos desde final de noviembre.
Expertos legales prevén que se realicen numerosas tachaduras en los documentos en lo referente a declaraciones de los testigos que colaboraron con la investigación, a métodos de investigación empleados y sobre todo a la identidad de las víctimas, especialmente aquellas que eran menores de edad cuando el magnate financiero abusó de ellas o las prostituyó.
Todo esto implica que el volumen íntegro de archivos desclasificados podría no estar disponible para consulta mañana, y también que una parte sustancial de la documentación estará parcialmente censurada al ser publicada.
Por último, hay que tener en cuenta que la reciente orden que el propio Trump dio al Departamento de Justicia para investigar la relación del expresidente Bill Clinton tuvo con Epstein puede también reducir o retrasar la publicación de material.
En ese sentido también influye el hecho de que la defensa de la exnovia y principal colabora de Epstein, Ghislaine Maxwell, solicitara esta semana una rectificación de su pena argumentando una serie de irregularidades en el proceso judicial que acabó con ella cumpliendo una sentencia de 20 años de cárcel.
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