EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El experto en materia jurídica, Valentín Medrano, definió este martes la corrupción como la transgresión a las disposiciones normativas y a los principios éticos que deben regir la función pública.
Al ofrecer una amplia reflexión sobre la corrupción y su alcance dentro del derecho penal y la administración pública, Medrano explicó que esta es un concepto mucho más amplio de lo que habitualmente se percibe.
Señaló que la corrupción no se limita al enriquecimiento ilícito o al robo de recursos del Estado, sino que constituye un conjunto universal de acciones que vulneran la moral y la normativa institucional.
“La corrupción no es solo robarse el dinero que se administra; el término implica mucho más”, afirmó.
El jurista se expresó en estos términos al ser entrevistado por los comunicadores Liliam Mateo y Félix Javier, en el programa “El Nuevo Diario de la Noche”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
Durante su exposición, Medrano destacó que una persona puede incurrir en actos corruptos incluso sin recibir dinero, ya que también existe la corrupción por omisión, cuando un funcionario deja de cumplir con sus deberes o responsabilidades.
En este sentido, el profesional del derecho subrayó que la ética y la moral deben ser pilares fundamentales en el accionar de quienes integran la administración pública.
Desde la óptica del derecho penal, Valentín Medrano indicó que la corrupción se analiza mediante la tipificación de conductas, evaluando si el comportamiento de un individuo se ajusta o no a las prohibiciones establecidas por la ley.
Recordó que el derecho penal es esencialmente prohibitivo, ya que sus normas buscan delimitar aquello que no debe hacerse, con el propósito de proteger bienes jurídicos fundamentales.
Para ilustrar este carácter prohibitivo, comparó las normas penales con los Diez Mandamientos, los cuales también establecen preceptos como “no robarás” y “no matarás”.
Sin embargo, aclaró que dos de estos mandamientos, “honrarás a tu padre y a tu madre” y “amarás a Dios sobre todas las cosas”, funcionan como exhortaciones positivas, algo que no ocurre en el derecho penal, cuyo enfoque es completamente restrictivo.
Medrano señaló que la lucha contra la corrupción requiere no solo de leyes claras y sanciones firmes, sino también del compromiso ético y moral por parte de quienes ejercen funciones públicas, con el fin de preservar la integridad institucional y el bienestar social.
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