Lima. – Rafael Belaúnde, el candidato presidencial peruano que sufrió el martes un atentado al ser tiroteado en un ataque vinculado a su actividad empresarial, aseguró que reforzará su seguridad personal y que lo costeará él mismo, sin solicitar al Estado protección especial y diferente a los demás candidatos.
«¿Cuántos peruanos son víctimas de esta situación? Antes que al político habría que proteger al bodeguero (propietario de tienda de barrio), al transportista, al microempresario o al (vendedor) ambulante», señaló en una entrevista con EFE el candidato del partido de derecha liberal Libertad Popular sobre el auge de las extorsiones y asesinatos del crimen organizado en Perú.
«Entiendo que, a partir del 23 de diciembre, Seguridad del Estado da un apoyo de seguridad a los candidatos. Eso me parece que está bien, pero yo no voy a pedir nada excepcional ni distinto», dijo Belaúnde, nieto del dos veces presidente Fernando Belaúnde Terry (1963-1968 y 1980-1985).
El empresario y ahora candidato no reforzará su seguridad con fondos públicos, pese a que el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Roberto Burneo, ha indicado que se contempla dotar de chalecos antibalas a todos los candidatos.
«Tengo la convicción que, en una situación como la que estamos viendo en Perú, la seguridad personal tiene que ser un asunto en el que uno tome las riendas de su propias seguridad», apuntó el aspirante presidencial del partido de derecha liberal Libertad Popular.
Belaúnde fue tiroteado por hombres a bordo de una moto cuando visitaba un terreno donde su empresa prevé realizar un proyecto inmobiliario en Cerro Azul, un distrito de playa al sur de Lima, donde el candidato, que viajaba solo, logró esquivar las balas, saltar de su automóvil y disparar su arma personal contra los atacantes.
«Al yo tirar al vehículo hacia la izquierda para no ponerme en una posición tan frontal (a los atacantes), abrí la puerta y me lancé. Ahí he disparado el arma», relató Belaúnde al recordar el incidente con las señales todavía de algunos cortes en la cara.
Cuatro balas impactaron en el parabrisas del automóvil, tres de ellas en la zona del conductor, un suceso que pudo haberle costado la vida y del que el candidato quiere pasar página. «Tengo una filosofía de mirar para delante y ya eso pasó, sin nada grave más que daños materiales», señaló.
Sobre los escépticos que especulan con que supuestamente fuera un suceso preparado para hacerle ganar popularidad como candidato presidencial, Belaúnde respondió que el hecho es que se han recogido hasta siete casquillos de su arma personal y otros tantos de los atacantes.
Si bien él personalmente no había recibido amenazas, reconoció que es difícil descifrar la intención de los atacantes, ya que especuló con que incluso pueda haber sido un intento de robo de su automóvil, y recordó que en uno de sus proyectos inmobiliarios tuvieron el asesinato de un obrero vinculado a «una disputa de bandas criminales asociadas a los sindicatos».
Belaúnde ha descartado que el ataque tuviese una motivación política, pero ha atribuido el caso a un conjunto de leyes llamadas popularmente «pro-crimen», dictadas por el Congreso, que ha prometido derogar en caso de ganar las elecciones de 2026.
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