Santo Domingo.- La posibilidad de que la capital se quede sin pelota invernal en diciembre dejó de ser un escenario remoto y ya se siente como una amenaza seria, pues Licey y Escogido, igualados en el último lugar, enfrentan un cierre crítico de temporada que podría dejarlos fuera del Round Robin y obligar al Estadio Quisqueya a apagar sus luces hasta octubre de 2026.
Ambos equipos capitalinos registran 13-18, a 10.5 juegos del primer lugar y a solo medio paso del sótano, lo que los obliga a cerrar casi perfectos en los últimos partidos. Con alrededor de 19 encuentros restantes, se estima que necesitarían ganar por lo menos 12 o 13 juegos para mantenerse con vida, siempre dependiendo de tropiezos de sus rivales directos.
El Escogido, pese a competir en casi todos sus compromisos, sigue pagando caro la inconsistencia ofensiva y un bullpen inestable, mientras el Licey vive una temporada atípica, marcada por lesiones, falta de oportuno y una rotación que no ha logrado dominar como en campañas recientes.
El panorama se complica aún más porque Toros (16-15), Estrellas (15-18) y Gigantes (13-17) están en una lucha cerrada por los últimos boletos, y, con récords más favorables, controlan su destino. A los Toros les basta con jugar por encima de .500 en lo que resta, mientras Estrellas y Gigantes necesitan un empuje moderado, sin presiones tan extremas como la de los conjuntos capitaleños.
Las Águilas (23-7), por su parte, viven un dominio histórico con el mejor porcentaje del torneo y tienen su clasificación prácticamente asegurada, por lo que podrían influir en la tabla según a quién alineen o descansen en los próximos juegos.
Si Licey y Escogido no logran una reacción contundente, el Round Robin se jugaría sin representantes del Distrito Nacional, algo que no ocurre desde 2007 y que dejaría al Quisqueya vacío en la etapa más vibrante de la pelota invernal dominicana, un golpe emocional y comercial para la liga, para la ciudad y para la rivalidad más emblemática del país.
