Fotografía de archivo de un buque petrolero, en Maracaibo (Venezuela). EFE/ Henry Chirinos.
WASHINGTON.- Estados Unidos ha interceptado y confiscado este sábado la carga de un buque petrolero, sancionado por Washington, en aguas internacionales, frente a las costas de Venezuela. Es el segundo barco apresado después de otra operación similar del 10 de diciembre, según medios internacionales.
La noticia llega después de que el presidente Donald Trump anunciara esta semana un “bloqueo total y completo” para todos los petroleros sancionados por Washington que entran y salen del país sudamericano. Con ese anuncio, el republicano despejó las pocas dudas que podían quedar sobre el interés de Washington en el petróleo como parte de la ofensiva contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que venía justificando únicamente como una guerra como el narcotráfico que ya ha superado el centenar de asesinatos extrajudiciales de tripulantes de supuestas narcolanchas.
Desde que el ejército estadounidense, en un alarde propio de una película de acción, se apoderó la semana pasada de Skipper, un petrolero sancionado frente a las costas venezolanas, un embargo de facto se ha impuesto sobre el comercio energético de Caracas.
Venezuela lleva años, a la manera de Rusia e Irán, recurriendo a lo que se conoce como la “flota fantasma” para eludir las severas sanciones impuestas por Washington a su industria petrolera. Con esa armada de barcos obsoletos logra seguir suministrando crudo a sus clientes.
Pese a las amenazas de Trump de “bloqueo total”, los petroleros han seguido saliendo de Venezuela, algunos de ellos escoltados por barcos militares. Al menos tres de grandes dimensiones zarparon en los últimos días.
El Gobierno de Nicolás Maduro ha dicho esta semana que piensa mantener sus compromisos de despachar unos 700.000 barriles diarios a China, su principal cliente. Pese a esa promesa, las exportaciones de crudo venezolano han caído drásticamente, según apunta Reuters, desde la incautación del Skipper, que navegaba con falsa bandera guyanesa y 1,9 millones barriles a bordo. La crisis en el Caribe ya ha tenido su impacto en un alza del precio del barril y en el desvío de buques que se dirigían a la zona.
ABC News, que cita a tres funcionarios de Estados Unidos, indica que no hay más detalles sobre la embarcación ni el lugar exacto en el que la Guardia Costera la está interceptando.
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